Hace más de dos mil años, una joven de Nazaret recibió una visita con un mensaje que cambiaría la Historia de nuestro mundo. Esa joven se llamaba María y el mensaje que recibió del Arcángel Gabriel fue que Dios la había escogido para concebir en su vientre a su Hijo. María al escuchar ese mensaje sólo dijo una cosa… “Sí”.
En 1633, Santa Luisa de Marillac junto a un grupo de mujeres repitieron en París la misma respuesta de María ante la llamada de Dios… “Sí”. Con ellas y junto a ellas se vio el amor de Cristo en el mundo.
Desde ese año, cientos de miles de mujeres escogen el día de la Encarnación para volver a decir “Sí” al Señor. En más de 93 países de los cinco continentes estas más de 21.000 valientes mujeres se dedican a atender a los más necesitados con humildad, sencillez y caridad. El día 25 de marzo, las Hijas de la Caridad celebran ese día que escogió la madre fundadora para reafirmar su compromiso con Dios. Por eso, todas las hermanas volverán a repetir “Sí” en un acto libremente realizado y siempre inspirado por Él, un acto que las caracteriza sólo a ellas.
La Purísima también tiene entre sus muros un pedacito de ese cielo y en este día en el que renuevan sus votos sólo podemos pedir por ellas a Dios para que las cuide y las proteja y afiance su voluntad de responder a su vocación. Por toda esa vocación de servicio, hemos querido tener un detalle muy personal con ellas. Cada aula ha plasmado en un dibujo los valores vicencianos que hemos colocado en la primera página de un cuaderno que les hemos regalado para que escriban en él sus vivencias y pensamientos. Ese cuaderno ha sido adquirido en la Cocina Económica que también forma parte de la familia vicenciana. “Un regalo de ellas y para ellas”.
Por todo lo que hacéis y seguís haciendo por nosotros, por toda la ayuda, la escucha, la implicación y vuestra dedicación; por ser como sois, hermanas, queremos deciros en nombre de toda la comunidad educativa, GRACIAS.
¡Feliz día de la Encarnación! ¡Feliz día del Sí de las Hermanas!