27 marzo 2024
Los deportistas José Manuel Abascal, Jan Abascal y Jordi Núñez cierran con una mesa redonda la XXVI Semana Cultural del colegio Purísima Concepción

Los tres medallistas olímpicos, que contaron su experiencia deportiva y olímpica al alumnado de La Purísima, han insistido en la importancia de la práctica del deporte para la juventud

José Manuel Abascal (Alceda, 1958) se convirtió en atleta por casualidad. Dice el cántabro que de adolescente jugaba al fútbol, pero que su profesor de Tecnología le pidió acudir a una competición para completar el equipo porque uno de los miembros se había puesto enfermo. Sin zapatillas adecuadas, sin técnica, sin entrenar se presentó el día y a la hora que su maestro le había citado. Y ganó. El resto ya es historia. El exatleta, junto con el regatista Alejandro Abascal (Santander, 1952) —conocido como Jan Abascal— y el portero de balonmano Jordi Núñez (Granollers, 1968), han cerrado la XXVI Semana Cultural del colegio Purísima Concepción, en Santander, dedicada en esta edición a los Juegos Olímpicos, con motivo de París 2024.

Los tres deportistas olímpicos han relatado al alumnado de La Purísima su experiencia en los Juegos Olímpicos. José Manuel Abascal, que participó en Los Ángeles 84, donde obtuvo un bronce, ha asegurado que no cambiaría su metal por nada: “Los Juegos Olímpicos son el escaparate mundial del deporte”, ha explicado Abascal, añadiendo que antes de bajarse del avión que los traía de vuelta a España tras los JJ. OO. no podía imaginarse la expectación mediática que su medalla había despertado.

“Yo solo fui el primero en demostrar que España podía ganar el oro olímpico”, ha contado Jan Abascal, quien consiguió para el país el oro olímpico junto con Miguel Noguer en Moscú 1980 —compitió también en Montreal 76 y en Los Ángeles 84, donde fue el abanderado—. Y es que fue a partir del oro del cántabro cuando España comenzó a sumar medallas en su palmarés.

Jordi Núñez, portero de la Selección Española durante los Juegos Olímpicos de Atlanta 96 y Sídney 2000, donde el equipo obtuvo la medalla de bronce, es actualmente el vicepresidente y entrenador del Club Balonmano Pereda. Ha afirmado durante la mesa redonda que el momento más duró que vivió en su carrera deportiva fue con 15 o 16 años, cuando en el equipo en el que entrenaba, el Granollers, tenía que decidir si se convertía en profesional o se marchaba: “Y mi entrenador me dijo que no me quería. Que me tenía que ir. Y ahí se acababa mi carrera profesional. Pero tuve la suerte —porque el deporte también tiene su momento de suerte— que el portero se lesionó y me quedé, a pesar de que mi entrenador no me quería. Hay obstáculos en el camino, seguro, pero todos son salvables”.  

“Cuando tenía vuestra edad no me podía imaginar a dónde podía llegar ni lo que iba a ser. Estoy seguro de que aquí va a haber algún campeón en algún deporte, algún ingeniero buenísimo, algún médico famoso… Vais a ser algo que ahora no os podéis imaginar. Os animo a divertiros a hacer deporte. Te enseña a ser mejor persona”, se ha dirigido Jan Abascal a los alumnos y alumnas en la clausura de la XXVI Semana Cultural del colegio Purísima Concepción de Santander.

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