Cada 23 de octubre, la Iglesia universal tiene en su calendario una jornada de acción de gracias dedicada a la extraordinaria labor misionera por medio de la celebración del día del DOMUND. Aprovechando esta conmemoración, el papa Francisco pide a todos los cristianos que abran su corazón para dejar que Dios transforme sus vidas teniendo, como ejemplo vivo, el trabajo que los misioneros y misioneras hacen por el mundo.
El espíritu misionero refleja, sin ninguna duda, el Amor de Dios con mayúsculas, y ofrece al creyente un modo de vida de incondicional de entrega a los demás.
Con motivo de la celebración del DOMUND, la Purísima Concepción ha tenido el honor de tener entre sus muros a Ana María, misionera perteneciente a la institución teresiana que lleva toda una vida dedicada a los más desfavorecidos. De entre sus destinos destacan Colombia y la República Democrática del Congo, donde ha permanecido un total de diecisiete años cumpliendo la misión que Dios la había encomendado.
Ana María ha tenido la oportunidad de transmitir al alumnado su experiencia de vida y su testimonio. A lo largo de los minutos que ha podido estar en el Centro, ha hecho reflexionar a cada uno de los asistentes sobre los problemas que tiene el mundo y la sociedad. Poniendo a la República Democrática del Congo como protagonista por ser su experiencia más reciente, nuestra invitada ha comentado que la sociedad tiene una misión: ayudar al desfavorecido y luchar por sus derechos e integridad.
La labor misionera es fundamental para el mundo, Ana María nos recuerda que ese carisma puede y cambia el mundo. Después de esa intervención y aprovechando la jornada de celebración del DOMUND la Iglesia universal tiene dos misiones muy importantes: rezar intensamente por los misioneros y misioneras, para que sigan encontrando la fuerza necesaria para seguir a Jesús en su lugar de misión y la colaboración económica con las obras misioneras aportando un granito de arena.
Ana María, gracias por haber respondido a las muchas preguntas que te han trasladado el alumnado, gracias por ser la voz a los que no tienen voz, gracias por tu entrega, gracias por tu misión y gracias por decir Sí a Jesús. Este Centro educativo te desea la mayor de las suertes y deja sus puertas abiertas para volver a verte pronto.
Feliz día del DOMUND.